EUROPA
PRESS
10 abril
2018
Cuatro
pautas ineludibles al hacerse un injerto capilar
El injerto capilar consiste en la
extracción de cabello de una zona sana del cuero cabelludo para implantarlo las
áreas que han quedado despobladas. Al utilizar el pelo del paciente se elimina
la posibilidad de rechazo y se consigue un aspecto totalmente natural.
Esta práctica clínica estética, que se aplica tanto a
hombres como a mujeres y que puede aplicarse también en cejas y barba, requiere
que se cumplan cuatro pautas que expertos de Innovación Capilar Medical Group
recomiendan para conseguir el efecto deseado:
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La zona donante de extracción de los folículos debe ser óptima
para el trasplante. Por ello, recomiendan realizar un estudio previo por un
especialista para determinar si se puede realizar el implante capilar.
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Antes del injerto capilar, se prepara el cuero cabelludo a nivel
clínico para regenerar, hidratar, nutrir y activar el riego sanguíneo. La piel
conseguirá la máxima elasticidad a fin de optimizar las condiciones del cuero
cabelludo para recibir el implante del pelo de otra zona y facilitar su nueva
estancia y garantizar su supervivencia.
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Tras el injerto capilar, los siguientes días son cruciales,
señalan los expertos. Se puede realizar una vida totalmente normal aunque se
deben de tomar algunas precauciones: no se puede realizar ejercicio deportivo
durante 2 semanas, realizar esfuerzo o coger peso que genere presión en la
cabeza. "Prohibido viajar en avión", advierten.
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Después del implante capilar, no es aconsejable cubrir la cabeza
con vendajes ajustados para evitar la presión. De esta manera, se asegura el
pelo en su nueva instancia y evita perder folículos implantados.
Si se siguen correctamente estas indicaciones, más todos los
cuidados posteriores de la clínica y su control periódico durante 12 meses con
un buen equipo de especialistas, los expertos apuntan que puede llegar a
recuperar el pelo perdido.